martes, 9 de agosto de 2011

¡Que sacrificado el trabajo rural de antes!






 Desde el amanecer comenzaban sus tareas afrontando las inclemencias del tiempo, sin quejarse de las fuertes heladas, los calurosos días de calor, sin fijarse la cantidad de horas que se trabajaban, paraluego al atardecer cuando ya oscurecía, regresaban a sus casas para disfrutar de sus familias y el merecido descanso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario